jueves, 18 de mayo de 2017

Mon Buluch Laj: lo contemporáneo de su obra, su composición y su diseño

Mon Buluch Laj (6 de 6) De lo poco rescatado de el, sus logros y su estética, han perdurado en estos 1300 años. 


Y en solo unos vasos y platones brilla el diseño por su precisión y elegante uso del espacio. Quizá porque tenía que pintar en superficies reducidas y tubulares, Mon Buluch se vio forzado a hacer uso de su reducido espacio con precisión y diseño. 

Ninguna obra de Mon Buluch sería objeto de discusión ni admiración de no ser por la composición y el diseño previo y cuidadoso de su espacio, sus personajes y la vinculación entre cada uno en sus escenas.

Pocas figuras de Mon Buluch se quedan quietas aun reposando. Sus personajes sentados mueven su torso y sus brazos. Sus personajes de pie, danzan, invocan, miran, retan o tocan música.

Como en otros caso de pinturas y murales mayas, incluyendo los murales de San Bartolo y Bonampak, la perfilación de los personajes, con lineas finas y obscuras, que delimitaban a cada uno, permitió a cada pintor diseñar su espacio previo a los detalles. Y con eso lograron concentrarse en aquello que era esencial de cada uno. Lo que se pinta es importante. Algo indica. Lo demás se omite. Esa conciencia de un realismo escueto, es lo que hace a mucho de la pintura Maya tan contemporánea, incluyendo a Mon Buluch, a Bonampak, a los murales de San Bartolo y los murales de Calakmul, entre otros.

Mon Buluch pertenece a esa tradición a la que pertenecen los murales de San Bartolo que se realizaron 800 años antes de su obra. Pero Mon Buluch hace a cada personaje una persona o un wahy individual, rodeado de su psicología y su momento de vida. Es el mismo Mon Buluch el que empieza a sugerir la tridimensionalidad mediante el uso de la densidad de los colores en los cuerpos de sus personajes. Quiza nunca sabremos hasta donde llegó en sus busquedas. Pero si conocemos al menos 1 obra realizada 30 años despues de sus primeras obras.

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