A mi me conocían con el nombre de Siyak K'ak' desde que estaba a cargo de una pequeña unidad de guerreros teotihuacanos, allá por el año 373.
Siempre he estado comprometido con expandir la presencia de Teotihuacan hasta donde pudiese llegar. Me fui formando bajo la tutela de Búho Lanzadardos mientras anexábamos a otros pueblos y ciudades para unirlos a nosotros.
Búho Lanzadardos se ha convertido en el líder real del consejo que gobierna la ciudad desde el 374. Nadie pensaba que fuese posible incorporar en nuestra ciudad gente de otras ciudades y creencias. Pero ha ido sucediendo poco a poco con el paso de los años y la vigilancia del consejo de la ciudad.
Buho Lanzardos no es alguien que dedique mucho tiempo a resolver los problemas de nuestra ciudad. El es más bien alguien que piensa en los siglos que vienen. El traza el rumbo para que sigamos siendo el centro del mundo en los siglos venideros y en cada fuego nuevo. Todos sabemos que solo el puede llevarnos por las tierras por donde nace el sol en el invierno.
Buho Lanzadardos sabe que gente como yo somos quienes estamos listos para iniciar cualquier incursión que se requiera, por mas corta o lejana que sea. Pero el, y el consejo, necesitan ojos y guerreros dispuestos a hacer lo necesario, para perdurar con nuestra ciudad y nuestro nombre, para siempre.
Crecimos con la idea de convertir a nuestra ciudad en el centro del mundo y formar alianzas con quien fuese necesario para consolidarnos.
Desde que yo recuerdo, han habido barrios de zapotecos, otomíes, totonacos, mazahuas y mayas en la ciudad. Pero todos tenemos claro que, pese a nuestras diferencias, debemos hacer preservar nuestro modo de vida. Nuestro maíz. Nuestro calendario. Nuestra tierra y nuestros dioses.
Siempre he estado comprometido con expandir la presencia de Teotihuacan hasta donde pudiese llegar. Me fui formando bajo la tutela de Búho Lanzadardos mientras anexábamos a otros pueblos y ciudades para unirlos a nosotros.
Búho Lanzadardos se ha convertido en el líder real del consejo que gobierna la ciudad desde el 374. Nadie pensaba que fuese posible incorporar en nuestra ciudad gente de otras ciudades y creencias. Pero ha ido sucediendo poco a poco con el paso de los años y la vigilancia del consejo de la ciudad.
Buho Lanzardos no es alguien que dedique mucho tiempo a resolver los problemas de nuestra ciudad. El es más bien alguien que piensa en los siglos que vienen. El traza el rumbo para que sigamos siendo el centro del mundo en los siglos venideros y en cada fuego nuevo. Todos sabemos que solo el puede llevarnos por las tierras por donde nace el sol en el invierno.
Buho Lanzadardos sabe que gente como yo somos quienes estamos listos para iniciar cualquier incursión que se requiera, por mas corta o lejana que sea. Pero el, y el consejo, necesitan ojos y guerreros dispuestos a hacer lo necesario, para perdurar con nuestra ciudad y nuestro nombre, para siempre.
Crecimos con la idea de convertir a nuestra ciudad en el centro del mundo y formar alianzas con quien fuese necesario para consolidarnos.
Desde que yo recuerdo, han habido barrios de zapotecos, otomíes, totonacos, mazahuas y mayas en la ciudad. Pero todos tenemos claro que, pese a nuestras diferencias, debemos hacer preservar nuestro modo de vida. Nuestro maíz. Nuestro calendario. Nuestra tierra y nuestros dioses.
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